martes, 21 de diciembre de 2010

VIII FESTIVAL DE MÚSICA ESPAÑOLA DE CÁDIZ

DEL SIGLO DE ORO A MANUEL DE FALLA.

Por Jesús Sánchez-Ferragut



BILL ZITO. GUITARRA Y VIHUELA.

Programa:
I Obras de Alonso Mudarra; Luis Milán; J. Nin-Culmell; Joaquín Rodrigo; Julián Orbón; Heitor Villa-Lobos.
II Obras de Leo Brouwer; Manuel de Falla; Isaac Albéniz.
Lugar: Diputación Provincial. Día: 19 de noviembre de 2010. Asistencia: Casi lleno
Calificación: **

El guitarrista neoyorquino Bill Zito acudió en la tarde del viernes al Palacio de la Diputación Provincial a interpretar su programa de colaboración con la octava edición del Festival de Música Española de Cádiz.

Sobre el papel, un programa de mano inicial con nueve autores, tres de los cuales, de obras para vihuela. Luego, en el transcurso del concierto se introdujeron cambios al mismo, añadiendo en la primera parte una obra de Alonso Mudarra: Gallarda, y otra de Heitor Villa-Lobos: Chôros, a la vez que se suprimió la obra prevista de Luys Narváez. En la segunda parte del concierto, se añadió al programa la Sonata de Leo Brouwer, y La canción del molinero de M de Falla.

La primera parte estuvo dedicada tanto a la vihuela como a la guitarra clásica española, en un salto de estilos, casi sin solución de continuidad, de S XVI al S XX, buscando quizá lo mejor de los dos instrumentos, lo cual supuso pasar del siglo de oro, y del esplendor de los vihuelistas españoles del renacimiento, al siglo pasado, que quizá sin duda haya sido el del esplendor de los guitarristas clásicos españoles. Todo un mensaje, el lanzado por Bill Zito, a través del programa del concierto, si lo unimos a la ausencia de autores españoles actuales en el mismo, y por supuesto descartada la posibilidad de contar con un estreno para guitarra en el programa. El que la lleva la entiende, como dicen, y la verdad, no estaría mal poder contar con algún estreno actual para guitarra española dentro del marco del Festival.

En cuanto al concierto en sí, la calidad de Bill Zito, destacó sobre todo en sus interpretaciones a la guitarra, pese a su acreditada fama como estudioso de música antigua. Particularmente a mi, me pareció extraordinaria la interpretación de la obra de Joaquín Rodrigo Zarabanda lejana, a la vihuela de Luis Milán. Una obra de juventud del maestro Rodrigo, de textura homofónica, y para la que previamente Zito afinó la guitarra a un nuevo tono, ejecutándola de manera impecable. La primera parte del concierto acabó con la deliciosa obra Chôros del brasileño Heitor Villa-Lobos.

La segunda parte comenzó con Un día de noviembre, de Leo Brouwer, compositor actual cubano que ha dedicado una gran parte de su creación artística a la guitarra, además de ser director de orquesta y arreglista de otros compositores, entre los que figuran The Beatles (The fool on the hill). La segunda obra de este compositor interpretada por Bill Zito fue Sonata.

No faltó en este extenso recorrido de siglos y compositores que fue el programa del concierto, el obligado recuerdo a Falla. La primera pieza fue La canción del molinero, seguida de una de las obras de nuestro genial paisano dedicada a la guitarra: Homenaje a Debussy.

El concierto finalizó con una correcta interpretación de la conocidísima Asturias de I. Albéniz. No hubo propinas, quizá porque tampoco se pidieron, y la verdad es que tras el Asturias de Albéniz, pocas propinas caben en un correcto concierto de guitarra.


PUBLICADO EN DIARIO DE CÁDIZ 21-11-2010