DOSCIENTOS AÑOS MÁS TARDE, LAS TROPAS DEL EMPERADOR SE QUEDAN DE NUEVO EN EL PINAR DE LOS FRANCESES.
Jesús Sánchez-FerragutLas tropas del Emperador Napoleón no consiguen entrar en La Isla de León y tienen que resignarse, de nuevo, a quedarse en el Pinar de los Franceses.
La recreación del Combate del Portazgo, decisiva para el curso de los acontecimientos en torno al 24 de septiembre de 1810, tuvo lugar en su verdadero emplazamiento. En el sitio histórico del entorno defensivo del Puente Zuazo, y más concretamente entre las baterías de San Pedro y de San Ignacio, tuvo lugar la puesta en escena de una recreación histórica sin precedentes en San Fernando, en lo que a organización y magnitud se refiere.
Un impecable despliegue por parte del Ayuntamiento de San Fernando acompañó a los cerca de 500 voluntarios venidos de toda España para la ocasión. La policía Local de San Fernando extremó las medidas de seguridad y ordenación del tráfico, cortando el acceso en coche al entorno desde temprana hora, y garantizó junto con Protección Civil y Bomberos la ordenada presencia de los más de 8.000 espectadores que se agolpaban en gradas, suelo, Puente Zuazo e incluso salina de la Magdalena. Por su parte, la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de San Fernando organizó y coordinó la instalación de las gradas, la megafonía, música, narración y en general todo lo necesario para que el espectáculo llegara de la mejor de las maneras al numerosísimo público asistente. Se repartieron más de dos mil folletos explicativos de la batalla, que junto con la narración en directo hecha por Loli Guerra, consiguieron que el público siguiera con verdadero interés el curso del combate.
La Infantería de Marina tuvo su presencia activa, ambientando la recreación con cuatro obuses de 105 mm, que camuflados en la marisma recrearon los cañones franceses con sesenta salvas de cañón. Por su parte, el Acuartelamiento de Camposoto del Ejército de Tierra dio acogida en sus instalaciones a los voluntarios venidos de toda España.
Acciona y el Ministerio de Fomento también colaboraron para hacer posible esta recreación sin precedentes.
Pero nada de todo este importantísimo despliegue hubiera servido sin la planificación y convocatoria hecha por los voluntarios de la Guardia Salinera, verdaderos responsables de la idea de cómo poner en escena sobre el terreno de caños y marismas el combate que tuvo lugar hace doscientos años. Con rigor histórico en cuanto a los movimientos de tropas, y también, y sobre todo esto, con un exquisito rigor en cuanto a la caracterización de sus voluntarios, portadores de uniformes, equipo y armas fidedignos de la época, y en los que no han reparado nunca en gastar los pocos fondos que consiguen a través de alguna que otra subvención, ya que su labor es totalmente altruista. La secuencia del combate, guionizada por la Guardia Salinera, comenzó con la solicitud de Rendición hecha por las tropas de Emperador, a lo que respondió en persona el Alcalde de San Fernando Manuel Mª de Bernardo, caracterizado como uno más de los combatientes. Acto seguido comenzó el ataque de la artillería francesa (obuses del Tercio de Armada) y su infantería. Estos consiguen tomar la Batería de San Pedro, y en un primer momento se repliega la Infantería Española. Las tropas francesas, que se aproximan peligrosamente a la Batería de San Ignacio, se encuentran con el ataque de la artillería española, apostada en las troneras de la batería de San Ignacio. Los dos ejércitos entran en el cuerpo a cuerpo y las bajas son numerosas. Por fin, la infantería española consigue la dispersión del ejército francés y retoma de nuevo la posición de la batería de San Pedro.
Los miles de asistentes aplaudieron al final de la recreación a los voluntarios, que cruzaron desfilando el Puente Zuazo de vuelta a casa.
Una recreación histórica verdaderamente a la altura de un Bicentenario.
