viernes, 11 de diciembre de 2009

VII FESTIVAL DE MÚSICA ESPAÑOLA DE CÁDIZ

ORQUESTA FILARMÓNICA DE MÁLAGA.

Director: Lorenzo Ramos
Piano: Cristina Alba Padial.
Por : Jesús Sánchez-Ferragut


Programa: Obras de M. de Falla; Joaquín Turina y Ruperto Chapí.
Lugar: Gran Teatro Falla. Día: 27 de noviembre. Asistencia: Más de media entrada.
Calificación: ***

NOCHE DE HOMENAJES

El pasado viernes correspondió el turno de conciertos en el Falla a la Orquesta Filarmónica de Málaga, que acudió a la cita del VII Festival de la mano del Director Lorenzo Ramos.

La apuesta de Ramos ante el público gaditano fue la de utilizar la fórmula del homenaje en varios sentidos, junto con la presentación de obras poco conocidas de tres de los autores españoles más relevantes de finales del XIX y principios de XX: Falla, Turina y Chapí. Ambas cosas, homenaje y obra no tan conocida es el caso de la suite “Homenaje” de M. de Falla, composición del genial autor gaditano en la que plasma su respeto hacia algunas personas de su entorno musical y artístico. Así, esta suite dedica sus cuatro movimientos a Fernández Arbós; Claude Debussy; Paul Dukas y Felipe Pedrell. Una apuesta arriesgada la de la Orquesta Filarmónica de Málaga, por lo desconocida que es del público esta obra, que además es ciertamente desigual en sus cuatro partes, lo que hace a la postre que la impresión de conjunto quede un poco difusa en la mente del espectador. La orquesta tampoco contribuyó mucho a darle vida a la representación, dando la sensación de estar un poco fría en este comienzo de la noche, con una participación irregular del viento-madera. En fin, un poco sin pena ni gloria pasó esta primera propuesta de la Filarmónica de Málaga.

La siguiente obra propuesta por la orquesta malagueña correspondió al compositor sevillano Joaquín Turina, del que se interpretó su Rapsodia sinfónica. Se trata de una obra en un solo movimiento para piano y orquesta. Quizá lo mejor de la noche, y que vino acompañada de la pianista malagueña Cristina Alba Radial, que tuvo una correcta intervención en una obra que tampoco se prestaba mucho al cariño de la orquesta, pero que al final resultó muy interesante, tanto por el hecho de escuchar la obra en sí, única obra de Turina compuesta para piano y orquesta, como por la ejecución de la misma.

La última obra interpretada por la Filarmónica de Málaga, tengo que confesarles que despertó en mí bastante interés nada más ver el programa de mano, ya que nunca antes la había escuchado. Aparece aquí de nuevo el propósito del que les hablaba al comienzo, de utilizar homenaje y obra poco conocida, puesto que estamos en el centenario de la muerte de Chapí, y su obra sinfónica es la gran desconocida. En este sentido, es decir en el de la oportunidad de traer la obra al Festival, me parece acertadísima la decisión de la Filarmónica de Málaga. Sin embargo, una vez escuchada la obra, no puedo decir lo mismo del resultado final. Si bien es cierto que la sinfonía en re menor de Chapí contiene influencias beethovenianas, como se explica en las notas del programa de mano, no es menos cierto que al escuchar la sinfonía entera, uno se queda con el regusto o la sensación de que está aderezada de la técnica zarzuelista, y quiera que no, esto te desilusiona un poco. La orquesta, que en general tuvo una noche discreta, dando una sensación de cierto distanciamiento entre los músicos y Director, tampoco despejó muchas dudas, descompensando un poco la intervención de los metales, que por momentos buscaron una interpretación demasiado efectista, sobre todo en el primer movimiento, “Adagio, Allegro Apasionado”. Lo mejor de la obra, y creo coincidir plenamente con las críticas de la época, es el segundo movimiento, “Andante con moto, molto expresivo”, donde el autor puede presumir de haber creado una bonita melodía. También tuve la sensación de un mejor equilibrio en la orquesta Filarmónica de Málaga al ejecutar este movimiento. Los otros dos movimientos, “Presto” y “Molto allegro e vivace”, mejoraron un poco en ejecución orquestal.

El último homenaje de la noche vino en la propina, y que el Director ofreció a la memoria de Albéniz (centenario de su muerte) y a los presentes: “Cádiz”, de la Suite española de I. Albéniz, en versión para orquesta de cuerda.

Publicado en Diario de Cádiz el 29.12.2009