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UNA TOSCA PARA LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
Obra: “TOSCA”. Opera en tres actos de
G. Puccini con libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa.
Sala: Teatro Villamarta. Jerez.
Aforo casi completo
Coproducción del Festival de Ópera de
Tenerife, Auditorio de Tenerife, Teatro Claderón de Valladolid, Teatro
Villamarta de Jerez, Auditorio Baluarte de Pamplona y Ópera de Lausanne.
Reparto: Tosca: Ángeles
Blancas; Mario CAvaradossi: Jorge
de León; Scarpia: Alberto Mastromarino; Sagistrano: Enric Martínez-Castignani; Angelotti: Alberto Feria; Spoleta: Alberto Canales
Orquesta Filarmónica de Málaga. DIRECTOR MUSICAL: Carlos
Aragón; Director de escena: Giancarlo del Monaco; Director del coro Villamarta:
Joan Cabero.
Jesús Sánchez-Ferragut
Sin
duda Tosca es una de las óperas más famosas de todos los tiempos, y con razón,
pues aúna como ninguna otra obra la intensidad dramática, la escena y la
música. La historia de Tosca, te engancha quieras o no. Mana sensualidad,
encarnada por Tosca, una actriz y cantante capaz de enamorar a buenos y malos.
En lo que se refiere a la parte dramática, la trama mezcla, con sabiduría, las
intrigas políticas de realisatas y napoleónicos de principios del S. XIX,
pasiones, fanatismos, crímenes… La escena, perfectamente acotada en el libreto,
se desarrolla en tres magníficos edificios romanos: La Iglesia de Sant’Andrea
della Valle; el Palacio Farnese y El Castillo de Sant’Angelo. Por último, la
música contiene algunas de las arias operísticas más famosas de todos los
tiempos, y las melodías de la partitura son de una belleza extraordinaria.
La
representación villamartina contó con la participación de la soprano española
Ángeles Blancas que encarnó el personaje de Tosca, verdadero hilo conductor de
toda la obra, y protagonista de una de las árias más bellas de todos los
tiempos: “Vissi d’Arte, vissi d’Amore”. Ángeles tuvo una actuación correcta,
con algunas dudas en las zonas bajas de la partitura, aunque afrontando
correctamente la parte más dramática del personaje.
El
papel del pintor Mario Cavaradossi lo condujo el tenor tinerfeño Jorge de León
quien tuvo, desde mi punto de vista una sobresaliente intervención, al menos el
día que asistí a la representación (12 de febrero). Superó con sobresaliente el aria “E lucevan
le stelle”, uno de los pasajes verdaderamente importantes para tenor de toda la
obra pucciniana.
Muy
correctos estuvieron Enric Martínez-Castigniani y Alberto Feria, en los papeles
de Sagistrano y Angelotti respectivamente.
Por
último, hacer una referencia especial a Alberto Mastromarino, barítono italiano
que encarnó el personaje del malvado Scarpia. Su interpretación tuvo un muy
buen nivel, tanto en lo dramático como en lo canoro, pese a verse embutido en
un uniforme nazi.
Y
un pequeño paréntesis en esta crítica, para reseñar que es realmente difícil
imaginar a un gobernador nazi pronunciar las siguientes palabras:
La cosa bramata perseguo,
me ne sazio e via la getto
volvo a nuova esca.
Dio creò diverse beltà,
vini diversi. Io vo’o gustar
quanto più posso dell’opra divina!
Palabras
que encierran tanto de mediterráneo…de capricho, de maldad y apelando a la obra
Divina…También resulta muy forzado llamar “Scarpia” a un Gobernador nazi... Y
que conste que no pretendo criticar lo obvio, pero a veces, y creo que es el
caso, una buena idea sobre el papel, luego sobre las tablas, no funciona:
Establecer un paralelismo entre la historia del libreto de Luigi Illica y Giuseppe
Giacosa para la Tosca de Puccini y la Roma ocupada por las tropas de Hitler en
1943, quizá esté bien para una tesina, o para algún tipo de investigación,
interesante sin duda, pero cambiar los uniformes de los personajes de la Ópera
Tosca por uniformes del Tercer Reich, no me ha parecido, la verdad, un valor
añadido a la puesta en escena de esta genial composición de uno de los mayores maestros
del espectáculo total que es la ópera.
Pero
la producción que trajo el Villamarta, afortunadamente no se quedó ahí, sino
que también contó con una renovada Orquesta
Filarmónica de Málaga, con Carlos Aragón a la batuta, que realmente sonó
bien, manteniendo la tensión pucciniana de principio a fin, en una ópera
caracterizada por una partitura que introduce los albores de la música sin fin,
predominando sobre el sistema típico de árias de las óperas clásicas italianas.
Bravo.
Por
último, mi enhorabuena al coro del Villamarta por su actuación, que aunque
corta, porque el guión así lo marca, pero estupendamente dirigido por su nuevo
Director: Joan Cabero. Un auténtico lujo para el coro el contar con esta nueva
dirección.
PUBLICADO EN DIARIO BAHÍA DE CÁDIZ:
http://www.diariobahiadecadiz.com/noticias/jerez/una-tosca-para-la-interpretacion-historica/