lunes, 8 de julio de 2013

TOMAS MORO, UNA UTOPÍA. WILLIAM SHAKESPEARE.




Tomás Moro, una utopía. 
Fotos: Festival Internacional de Teatro de Almagro





GRACIAS, TOMÁS MORO





Obra: TOMÁS MORO, UNA UTOPÍA.
Basada en la novela TOMÁS MORO, de William Shakespeare y cuatro autores más.
(Traducción de Aurora Rice y Enrique García-Máiquez)
Sala: PLAZA DE SANTO DOMINGO. ALMAGRO 5 DE JULIO DE 2013
FUNDACIÓN UNIR.
Versión de Ignacio García May. Dirección: Tazmin Townsend.
Reparto: José Luis Patiño; Richard Collins-Moore; Lola Velacoracho; Silvia de Pé; Sara Moraleda; Manu Hernández; Cesar Sánchez; Paco Déniz.




Jesús Sánchez-Ferragut

El hecho de estar sentado ahora frente a mi ordenador, escribiendo sobre el estreno absoluto de una obra inédita de William Shakespeare, no responde al sueño de una noche (calurosa) de verano, sino a una realidad que aún no se bien si merezco o no.

Haber tenido la suerte o ventura de poder escribir sobre la historia de Tomás Moro narrada por Shakespeare, en mi caso raya lo milagroso. No sé si lo será el de otras más altas autoridades. Pero no se me ocurre otra manera de comenzar sino diciendo: ¡Gracias, Tomás Moro! Y gracias también a Aurora Rice Derqui y a Enrique García-Máiquez, autores de la traducción del libro Tomás Moro (Edit. Rialp. Madrid 2012).

Cuando leí la obra de Shakespeare (en coautoría con otros cuatro autores ingleses), quedé encandilado del personaje y de la obra, y ansioso por verla puesta en escena. Y esta no se hizo esperar, y así, en el contemporáneo sancta sanctorum del teatro clásico español, es decir el Festival de Almagro, se acaba de estrenar por primera vez para el mundo hispanohablante la versión “Tomás Moro, una utopía”, en esta edición de 2013.

La obra teatral es una versión de Ignacio García May, y la dirección es responsabilidad de Tazmin Towsend.
La puesta en escena es extraordinaria, sobre un escenario sobrio, funcional, que utiliza medios actuales, como la proyección de imágenes al fondo, una iluminación estupenda, y un vestuario sensacional. La música que acompaña a la representación, estupenda.

La versión teatral, introduce una serie de variaciones sobre el libro. La primera de ellas, y a mi modo de ver muy acertada, reduce los sesenta personajes del libro a dieciséis, que a su vez son interpretados por once actores que intercambian papeles. La versión gana en dinámica y claridad.

La otra gran novedad de la obra teatral frente al libro es la introducción de la figura del “historiador inglés”, personaje atemporal que unas veces explica el contexto histórico y otras veces hace las funciones de las “notas a pie de página”.
La idea de introducir este personaje, que sobre el papel parece buena (explicar puede significar acercar al público),  sin embargo, al final, en mi opinión, no resulta tan convincente. Y eso que el personaje está muy bien ejecutado por el actor inglés Richard Collins-Moore. Pero, sin llegar a desmerecer, no creo que sea la aportación definitiva a una historia cargada de sentimiento, religiosidad, valores, optimismo y excelente literatura.
Lo realmente importante de Tomás Moro, una utopía, es el hecho llevar al espectador, en forma de teatro, un texto que revela la visión de Shakespeare sobre un santo católico. Algo realmente inédito, y que ahora gracias al libro y a la versión teatral se convierte en una importante fuente que nos acerca un poco más a la historia de los católicos que “vivieron” bajo el reinado de Enrique VIII de Inglaterra.

La elección de José Luis Patiño como actor encargado de representar a Tomás Moro es todo un acierto. Patiño se mete en la piel de Moro desde la primera escena, y transmite en clave teatral un personaje, alegre, ocurrente, bromista, a la par que sólido, de potentes convicciones morales, religiosas y éticas. Un personaje que no tiene dudas debido a su profunda fe, y al que la versión teatral cuida con mimo y respeto, es deliciosamente interpretado por este actor, que se ha ganado la felicitación del exigente público asiduo del Festival Internacional de Teatro de Almagro.

No quiero acabar sin dejar de referirme a la trigésimo sexta edición del Festival, y felicitarlo por el acierto de programar este estreno mundial de Tomás Moro, una utopía. Una apuesta valiente por lo complejo de una obra necesitada de un buen trabajo de dramatización teatral, con la dificultad añadida de  no contar con referencias previas. Pero por otro lado, es cierto que un estreno de esta dimensión no se comprendería bien si no se hubiera producido en el seno de un festival único en el mundo, como lo es el de Almagro. Enhorabuena al Festival, a la Fundación Universidad Internacional de la Rioja, a los traductores y a los actores.

Publicado en Diario Bahía de Cádiz:
http://www.diariobahiadecadiz.com/detalle-noticia-24091