jueves, 10 de mayo de 2012

ELENA GRAGERA. PALACIO DE CONGRESOS DE CÁDIZ





TONADILLA ESCÉNICA ESPAÑOLA DEL S XVIII




ELENA GRAGERA Y ANTÓN CARDÓ

Ciclo “Tiempo de cambios. En torno a la constitución de Cádiz 1812-2012”. Consorcio para la Conmemoración del II Centanario y Acción Cultural Española.Programa: Recital de obras de autores españoles del S XVIII y S XIX, sobre la “Tonadilla escénica”
Lugar: Palacio de Congresos. Día: 8 de mayo de 2012. Asistencia: 300 personas.
Calificación: ***




Por Jesús Sánchez-Ferragut


El dúo Gragera y Cardó, posee un extenso repertorio discográfico, fruto de años de trabajo, sobre obras inéditas muchas veces, y estrenos absolutos otras. Su especialidad, la música española, culta y de gran calidad. Gragera, mezzosoprano, tiene una afamada reputación de recitalista especialista en lied.

El concierto de anoche no contó con el encanto añadido que supone el Oratorio de San Felipe Neri, que es donde en principio estaba programado se celebrara. Por fin se llevó a cabo en el Palacio de Congresos, que si bien es cierto que no es tan cálido ni acogedor como el Oratorio, sin embargo, es de mucho mejor acceso y sobre todo cabe más gente, y sin agobios a la entrada. Lo uno por lo otro, pues el Ciclo de música de Cámara sigue congregando a una notable cantidad de público este año de conmemoración constitucional.
El programa dedicado fundamentalmente a la música española entorno a Tonadilla escénica, un género musical cien por cien español, que durante el S XVIII alcanzó su mayor esplendor, amenizando las representaciones teatrales, entre un acto y otro.

El recital dio comienzo con Vicente Martín y Soler, el “Mozart valenciano”. Gragera y Cardó interpretaron sus “Seis canciones italianas”, con textos del mismísimo Lorenzo Da Ponte, a la sazón autor de los libretos de tres de las obras inmortales de W. A. Mozart: Le nozze di Figaro, Don Giovanni, y Cosí fan tutte, nada menos.

A estas canciones, siguieron dos obras de Pablo Esteve, uno de los máximos exponentes de la Tonadilla escénica española. Y para finalizar esta parte, dos obras de Jacinto Valledor y Santiago de Masarnau.
La segunda parte del programa comenzó con otro de los grandes compositores de la Tonadilla escénica, Blas de Laserna, autor de muchísimas piezas de este españolísimo género musical, y defensor del mismo frente a las influencias italianizantes de una ópera que comenzaba a desplazar de los teatros cualquier otro tipo de manifestación musical popular.

Junto a las obras de Laserna, y para finalizar el recital, tres obras de Manuel García y dos de Sebastián Iradier.

En general, el del martes pasado fue un recital de irregular discurrir, que tras un buen comienzo con la interpretación de las obras de Martín y Soler, luego se vino un poco abajo, quizá por una falta de dramatismo en la interpretación, tampoco ayudada demasiado por un piano que no le puso gracejo o algo de comicidad al asunto, hasta que Gragera conectó cien por cien con la obra de Manuel García, y sobre todo con “El calendario” y “Yo que no se callar”, ambas de “Caprichos líricos españoles”, con poesías de Francisco de Quevedo. Fue en estas piezas donde la tesitura de mezzosoprano de Elena Gragera, a mi manera de ver, alcanzó su pleno rendimiento, con calidez, seguridad, y una envidiable dicción. El excelente nivel ya se mantuvo hasta el final, con las obras de Sebastián Iradier “El arreglito” y “La Paloma”.
Fuera de programa, hubo un estupendo bis: Un lied de Haydn: “Noche de reyes”.

Muy de agradecer es el gran programa de mano facilitado por la organización, que junto a un estupendo trabajo del profesor José Máximo Leza, autor de la conferencia que precedió al recital, tuvo el detalle de transcribir las letras de las coplas y canciones. Una estupenda iniciativa, que se vio recompensada, todo hay que decirlo, con una positiva actitud del numeroso público asistente, guardando silencio en los momentos clave, y siendo totalmente respetuoso con el trabajo de los intérpretes.


PUBLICADO EN DIARIO DE CÁDIZ: 10/05/2012