La botella de Tacama tenía 20 años y estaba perdida en un botellero en el garaje. Rebuscando la encontré, 20 años después de habérmela traído del Perú, y para mi sorpresa el corcho salió entero. El color ha cambiado un poco, pero el sabor seguía muy parecido. Enfin, lo suyo habría sido beberla acompañada de unos "choros a la chalaca" o unas "conchitas a la parmesana", para terminar de evocar olores y sabores, pero nada tuvo que envidiarle el "risotto fungi porcini" que preparé, y con el que cayó la botella del Blanco de blancos de Tacama, de la ciudad de Ica, situada a medio camino entre Pisco y las Líneas de Nazca.
lunes, 1 de diciembre de 2014
TACAMA, 20 AÑOS DESPUÉS
La botella de Tacama tenía 20 años y estaba perdida en un botellero en el garaje. Rebuscando la encontré, 20 años después de habérmela traído del Perú, y para mi sorpresa el corcho salió entero. El color ha cambiado un poco, pero el sabor seguía muy parecido. Enfin, lo suyo habría sido beberla acompañada de unos "choros a la chalaca" o unas "conchitas a la parmesana", para terminar de evocar olores y sabores, pero nada tuvo que envidiarle el "risotto fungi porcini" que preparé, y con el que cayó la botella del Blanco de blancos de Tacama, de la ciudad de Ica, situada a medio camino entre Pisco y las Líneas de Nazca.