UN CONCIERTO Y TRES ANIVERSARIOS
Foto: J S-FERRAGUT |
Foto: J S-FERRAGUT |
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Concierto: LA
LUZ Y LA MÚSICA
Orquesta
Musiziergemeinschaft del Mozarteum de Salzburgo
Director: Juan
Rodríguez Romero
Programa: I.-: W. A. Mozart: Concierto para fagot y orquesta Kv 191 Sib M; Sinfonía nº 41 “Júpiter”
Kv 551 Do M. II.- J. Strauss y
familia: Ohne Sorge op 271; Leichtes Blut Op. 139¸Annen Polka; Tritsch-
Tratsch- Polka Op. 214; Persische March; Seufzer Galopp.
Lugar: Auditorio de la Merced. Sanlúcar de Barrameda. Día: 1 de marzo de 2014. Asistencia: Lleno.
Calificación: ****
Dependiendo de para qué, cuarenta
años pueden ser muchos años. Si son para bien, el cumpleaños es acogido con
alegría. Si encima son el resultado de una trayectoria repleta de trabajo y
éxito en lo personal y en lo artístico, el asunto, además es serio. Es el caso
de Juan Rodríguez Romero, sanluqueño que lleva al frente de la Musiziergemeinschaft
del Mozarteum de Salzburgo (Austria), nada menos que cuarenta años. Uno menos
de los que tiene la Orquesta ,
creada en 1974. Hoy Juan sigue al frente de la misma, con el mismo empuje con
el que empezara. Regalando simpatía a destajo desde el primer minuto del
concierto hasta el último.
Llegó al Auditorio de la Merced , como siempre, saludando
a todo el mundo, con palabras para unos y otros, mientras la orquesta terminaba
de acomodarse en el escenario del auditorio sanluqueño. Y no es para menos, ya
que además es el responsable del más longevo festival de música de la Provincia -A Orillas del
Guadalquivir- que desde 1981 se viene celebrando ininterrumpidamente en
Sanlúcar. Todo un referente en la constancia, voluntad y trabajo en la difusión
de la música en Cádiz.
Mucho que celebrar este primero
de marzo de 2014: El día de Andalucía, 40 años al frente de una orquesta, y el
25 aniversario del patrocinador, Sevillana-Endesa, gracias al cual el concierto
ha sido una realidad.
La música más seria se dejó para
el comienzo del concierto, tras haberse interpretado previamente el Himno de
Andalucía. Fue el concierto para fagot y orquesta de Mozart Kv 191 en Sib
Mayor, que contó con la jovencísima Elisabeth Pauzenberger como solista. Un
comienzo excelente, donde el virtuosismo de la intérprete se vio arropada por
una amable y segura orquesta que anunció desde la primera nota que el concierto
iba a ser importante.
Tras la primera obra, y antes del
pequeño descanso, la
Musiziergemeinschaft , atacó una de las más conocidas obras de
Mozart, la que sería su última composición sinfónica: La nº 41 “Júpiter”. A mi
manera de ver fue lo mejor del día, y donde la orquesta dio de si todo su
potencial y saber hacer. Como si fueran unas cómodas zapatillas de deporte, la
orquesta austríaca se calzó esta impresionante sinfonía de Mozart, con la
naturalidad de quien lo hace como parte de una costumbre cotidiana, y donde
toda la cuerda brilló: violines desde el primer movimiento, violas en el
tercero y chelos en el cuarto. Flauta y timbales, en un Molto Allegro
impresionante, que de por sí ya merecieron el haber asistido al concierto.
Bravo.
La segunda parte del concierto,
muy del agrado del respetable, no tuvo nada que ver con la primera. Ya lo
anunció Juan Rodríguez Romero al dirigirse al público con un ”buenas noches”,
tras el descanso, pese a ser poco más de las 13,30 horas: “digo buenas noches
porque después del hombre de la luz –Mozart- lo que viene es la oscuridad de la
noche”. Sin embargo no fue más que un juego de palabras, entre agradecimientos,
para presentar la parte animada de este conmemorativo concierto, pese a que
comenzó con un minuto de recuerdo para Paco de Lucía. Se interpretaron siete
polkas y marchas de J. Strauss y Familia, tras las que ofreció dos propinas: La
polka del cazador de Johan Strauss Hijo y la Marcha Radetzky , por supuesto
acompañada con las palmas del público.
Un excelente concierto, que dejó
con estupendo sabor de boca al público, y probablemente de los que verdaderamente
hacen afición.
Publicado en Diario de Cádiz: