lunes, 2 de diciembre de 2013

ARCÁNGEL Y ACCADEMIA DEL PIACERE EN CÁDIZ


Foto: FM

LAS IDAS Y LAS VUELTAS, MADERAS NOBLES DE LO ESPAÑOL.

ARCÁNGEL Y ACCADEMIA DEL PIACERE
XI FESTIVAL DE MÚSICA ESPAÑOLA DE CÁDIZ
Arcángel, cantaor; Fahmi Alqhai, Dirección y Accademia del Piacere. Miguel A. Cortés, Guitarra flamenca; Agustín Diassera, percusión.
Sala: Gran Teatro Falla. Cádiz. 28.11.2013
Programa: Las idas y las vueltas.



Jesús Sánchez-Ferragut

Vaya por delante que el concierto de Arcángel y Accademia del Piacere que escuché el pasado jueves 28 en el Falla me encantó. Y aunque intentaré describirlo lo mejor posible, sin duda para entender bien qué significado tiene el título Las idas y las vueltas, bajo el que se presenta, no hay más remedio que escucharlo a ser posible en directo.

El espectáculo planteado por Arcángel y Accademia del Piacere no responde a una sesión de fusión de músicas o corrientes musicales, y ni siquiera de estilos diferentes. Al menos es lo que yo pienso. Me atrevería a decir que lo que nace cuando el cantaor y el grupo barroco interpretan al unísono, es algo diferente, con sello propio. Un espectáculo con autonomía suficiente como para reclamar sin complejos paternidad: documento de identidad musical-cultural propio.
Sin entrar en polémicas de si con Las idas y las vueltas se ha querido atraer las miradas del público amante del barroco, a la par que a los del flamenco, para sumar mercantilmente, como ha ocurrido, lamentablemente, en algunos otros espectáculos, creo, sin dudas, que estamos en presencia del nacimiento de una propuesta que, fruto de un gran trabajo preparatorio y de un rodaje importante, se aleja definitivamente de cualquier apellido cercano a la palabra fusión. Palabra ésta un tanto manida, por cierto. Sencillamente porque no se fusionan cosas diferentes. No se hace una aleación de dos músicas con una determinada proporción de cada una de ellas, sino que se adicionan complementariamente dos músicas españolas, de raíces comunes y muy apegadas a lo que son y han sido las tierras españolas, y a nuestras emociones. El resultado es sorprendente, agradable, y de una rotundidad impactante. Arcángel, Academia del Piacere, guitarra y percusión empastan y ofrecen un espectáculo muy redondo a través de Las idas y las vueltas.

Arcángel no solo no renuncia a su extraordinaria forma de hacer flamenco, sino que gana un plus con el espectáculo. Un cantaor como él, que canta por derecho, con una voz cercana a la tesitura de tenor lírico-ligero, transparente, clara, timbrada y muy hermosa, realmente es el idóneo para esta nueva propuesta musical. El cantaor onubense, a quien he tenido la suerte de escuchar en varias ocasiones cantando flamenco, transmite además el concepto de artista joven predispuesto a emprender, sacando fruto a esa madera noble que posee, del cante de verdad. Arcángel transmite admirablemente las letras de sus canciones y lo hace con voz de plata, sin renunciar a ser cantaor por derecho. El corazón siente y el oído entiende.

Fahmi Alqhai, sevillano de padres sirio y palestina, es uno de los más destacados violagambistas españoles, y acompañado de su mujer Johanna y de su hermano Rami,
junto al guitarrista Enrike Solinís representan el concepto de Accademia del Piacere. Tres violas da gamba y una guitarra barroca proyectan desde Sevilla uno de los movimientos importantes del barroco español, a través de las maderas nobles de sus instrumentos.
El proyecto Las idas y las vueltas cuenta con creaciones propias de Fahmi, así como adaptaciones a los palos flamencos que se interpretan. Es impresionante oír la fuerza que adquieren los temas del proyecto cuando todos los instrumentos suenan al unísono, y resultan verdaderamente virtuosos los trinos que arranca Fahmi de su viola da gamba baja, a la que hace cantar a la par que Arcángel. Solo una incógnita me queda de la propuesta, y es la de saber cómo sonaría el proyecto con alguna viola soprano o tenor.

No quiero acabar, sin referirme al extraordinario trabajo del guitarrista flamenco Miguel Ángel Cortés y del percusionista Agustín Diassera, sin cuya labor el aporte flamenco al proyecto sería imposible. Es admirable verlos tocar en conjunción con músicos de conservatorio y rigurosa partitura, dando la sensación de la naturalidad e improvisación típicas de un espectáculo flamenco. Sin embargo, me consta que detrás del espectáculo lo que realmente hay es mucho trabajo y mucho rodaje.


Las idas y las vueltas, es un espectáculo totalmente recomendable, y sin duda un acierto de la organización del XI Festival el habernos posibilitado disfrutar de él.  


Publicado en Diario Bahia de Cádiz: