THE SOLOISTS OF LONDON.
Ciclo tiempo de Cambios. En torno a la Constitución de Cádiz 1812-2012
Lugar: Oratorio de San Felipe Neri. Cádiz 17.04.2012
Programa: Félix Mendelssohn: Octeto de cuerdas en Mi bemol mayor, Op. 20. Franz Schubert: Cuarteto para cuerda nº 14 en Re menor (versión Mahler)
Aforo: Completo. Calificación: *****
MÚSICA DE CÁMARA Y ALGO MÁS
Jesús Sánchez-Ferragut
Habituales de Cádiz, Alcalá y otras ciudades de la Provincia, The soloists of London, no quiso perderse la participación en el ciclo de cámara organizado por el Consorcio para el Bicentenario y Acción Cultural Española, en este conmemorativo 2012. El Oratorio de San Felipe Neri, al completo, como en los anteriores conciertos.
Dos obras de compositores románticos, Mendelssohn y Schubert, fueron las elegidas por los solistas para este cuarto concierto de cámara del ciclo Tiempo de cambios.
Con el orden del programa invertido, la primera de las obras interpretadas fue el “Cuarteto para cuerda nº 14 en Re menor, La muerte y la doncella” de Franz Schubert, pero en la versión arreglada para orquesta por Mahler. La formación hizo una excelente interpretación, y en la línea en que nos tiene acostumbrados, buscando el efecto de la cercanía ante el público, tocando en semicírculo, y sin asiento.
Tal como rezaba en el programa de mano, es más que probable que la intención de Mahler al orquestar el cuarteto de Schubert fuera, entre otras, darle un mayor alcance a la música de cámara, actualizándola a aquéllos nuevos tiempos, que iban requiriendo que ésta se pudiera interpretar en auditorios de mayor capacidad, frente a los habituales salones palaciegos. De ahí que añadiera instrumentos al cuarteto, para conseguir mayor sonoridad.
Y no es menos cierto que esta versión mahleriana del cuarteto de Schubert, se presta excelentemente a la idea de The Soloists of London, de hacer también más cercana la música de cámara al público de hoy día. En realidad The Soloists of London, de alguna manera con su forma de interpretar, también pretenden, sin renunciar a la pureza de la música de cámara, una mayor proximidad hacia el espectador, lo cual está de actualidad. Las rigideces se relajan, pero la música pervive pura y con mucho y buen oficio por parte de los intérpretes.
La segunda obra de la noche, fue el octeto de cuerdas en Mi bemol mayor op. 20 de Felix Mendelssohn. Esta obra, un verdadero lujo para el espectador, contó con la excelente colaboración del violinista Michael Thomas, Director de la Orquesta Ciudad de Almería, quien asumió el papel de primer violín, a mi modo de ver de manera brillante.
El octeto, reforzado con el contrabajo, fue interpretado por los nueve componentes de los Solistas de Londres con verdadero saber hacer, fruto de la dilatada carrera artística de sus componentes. Una versión tocada en un tempo bastante correcto, permitiendo al espectador poder disfrutar de todos los matices y texturas. La experiencia de los solistas y el virtuosismo de Thomas se notaron a la hora de resaltar las ricas melodías de la obra de Mendelssohn, la claridad en la interpretación del andante, y el espectacular y contrapuntístico desarrollo del Presto.
El público aplaudió puesto en pie y arrancó un bis, no previsto, a los Solistas, que repitieron los compases finales del Presto, para regocijo de los asistentes. Realmente un excelente concierto de música de cámara y algo más.
http://www.diariodecadiz.es/article/cadiz/1237535/musica/camara/y/algo/mas.html