LA PÉRFIDA ALBIÓN DEL S. XXI
Sigo, con
relativo interés, el proceso electoral que la Pérfida Albión se ha marcado para
averiguar de una vez por todas, eso de que si los escoceses son tan
independientes como pregonan, y de paso, digo yo, desmitificar lo de que debajo
de las faldas no llevan “underwear”.
Y digo con
relativo interés, porque mis genes históricos, es decir, aquellos que se
inquietan cuando se les interacciona con sentimientos patrios de etapas
pretéritas, me dan pellizcos de atención, los cuales hacen que, de alguna
manera, las noticias actuales las vea con algo de perspectiva, si quiera sea
histórica.
Me explico: Si
me pongo en la cabeza la corona de estrellas con fondo azul, enseña que
enarbolamos hoy día millones de europeos, me siento conciliador y acabo
diciendo que la unión hace la fuerza, ¡y el mercado! Que con excepciones del
tamaño de Escocia no se avanzaría de igual manera hacia una verdadera Unión
Europea en lo político, que, al parecer, es lo que le falta a la actual versión
de la UE para ser una verdadera UE. Enfin, seguro que me entienden…
Si tomo con
mi mano la Constitución Española del 78, mi intelecto razona, curiosamente,
bajo los influjos del Derecho Comparado. Verán ustedes, se me ocurre pensar eso
de que “mutatis mutandis”…Es decir, si los ingleses dan la independencia a los
escoceses, por comparativa, al cuarto de hora aquí tenemos a los catalanes
diciendo que ellos debajo de la barretina tampoco llevan “underwear”…Un lío, y
además un lío constitucional, ya que según nos cuentan, la consulta catalana
sería ilegal e inconstitucional. Y estoy de acuerdo con ello, como jurista.
Pero por
último, si me decido a poner en la mochila los cientos de miles de legajos
certificadores de las historias, guerras y batallas habidas a lo largo de
siglos y siglos entre las Españas y la Pérfida Albión, la cosa varía. Y cambia,
sencillamente, porque si me meto en la piel de gentes y héroes, como Churuca,
Gravina, Alcalá Galiano, Blas de Lezo, etc., pienso que sus sentidos estarían
expectantes ante tamaña debilidad que supondría para Inglaterra el que se
deshiciera su unidad, a partir del momento en que Escocia decida tomar su
propio rumbo. Imagino a Don Alonso Pérez de Guzmán y Sotomayor, XII Señor de
Sanlúcar, X Conde de Niebla, VII Duque de Medina Sidonia y V Marqués de Cazaza,
organizando una nueva Gran Armada, esta vez de verdad Invencible, presta a
poner la esnseña de la Mar Océana en lo alto de los edificios más notables de
Portsmouth y Plymouth…
Espero que
ahora hayan podido comprobar porqué esto de la votación de la independencia de
los escoceses he decidido tomármelo con un relativo interés, ya que es fácil
adivinar lo complicado que podría llegar a ser para mí la cuestión, si me pongo
a pensar y analizar en serio en todo lo que en estas frases les he contado.